El aprendizaje sin emociones no es aprendizaje; es mecanización y reproducción de modelos. Se construyen robots y no personas que sienten, experimentan y crean.
Hay mucho que cambiar dentro de nuestra asignatura. No preparamos deportistas de élite, formamos personas.
Trabajar la iniciación deportiva a través del juego, mejorar y estimular las capacidades perceptivo-motrices, que los alumnos sean capaces de desarrollar sus competencias físicas y que tengan conocimiento sobre los movimientos que realizan, son varios de los aspectos prioritarios en estas edades, pero en mi opinión, tanto o más que estas, nos debemos centrar en aspectos de un conocimiento de su cuerpo dentro de las habilidades expresivas y comunicativas para aprender a transmitir de una forma diferente. Utilizando nuestro cuerpo como instrumento gestual y emocional. Aprender a ser empáticos, mejorar su autoestima,... El fin de la educación física es que aprendan a desarrollar actividades relacionadas con un estilo de vida saludable.
Todo esto hace que nuestros alumnos sepan relacionarse de una forma sana, logrando con ello el desarrollo de habilidades sociales, cooperar para conseguir nuestros objetivos en su proceso de enseñanza aprendizaje. Es una educación del movimiento, de preparación para la vida, desarrollándose de una forma plena (a nivel cognitivo, motórico, pero principalmente emocional).
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