Katelyn Ohashi
Pincha en la imagen para ver el ejercicio con el que consiguió el 10 |
Este ejercicio combina a la perfección originalidad, naturalidad y elementos de extrema dificultad que hicieron que Katelyn Ohashi acumulara todos los elogios consiguiendo la mejor puntuación posible.
Pero tal vez hay que conocer la historia de superación que hay detrás de esta deportista.
Comenzó en ese sacrificado deporte a los 3 años y desde muy joven debió convivir con la palabra "promesa". Eso era ella cada vez que se presentaba en alguno de los aparatos, desde paralelas hasta suelo, pasando por la barra de equilibrio o las barras asimétricas donde impresionaba con sus movimientos precisos y su concentración.
Pero las presiones para que cuidara su físico y no superara un peso específico se hicieron insoportables. Esas ‘recomendaciones’ provocaron que la mejor gimnasta del mundo de su edad sufriera. Su cuerpo comenzó a crecer con la adolescencia, las críticas se hicieron algo de todos los días y su obsesión por cumplir la llevó a lastimarse. Una grave lesión en la espalda y otras dos en los hombros fueron el desenlace de la presión del mundo de la gimnasia y un desorden alimenticio que la afectó psicológicamente.
"Me dijeron que era vergonzoso lo gorda que estaba. Me comparaban con un pájaro que no podía volar. No podía aceptarme a mí misma. No era feliz", dijo entonces. Su cuerpo había dejado de ser el de una niña y ese físico ya no entraba en los "estándares" de quienes construían su carrera.
Pero nada pudo esconder su pasión, ni esos dos años en los que no tuvo otra opción que recuperarse y en los que llegó a sentirse "feliz" estando lesionada. Ohashi se reencontró con la gimnasia en la universidad. Comenzó a estudiar Sociología en UCLA y en la Universidad de Los Ángeles se le abrió nuevamente la puerta del deporte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario