Ya llevamos unos días en esta situación, pero creo inevitable repensar un poco sobre el tema, ... ¿Por qué estamos confinados en nuestros domicilios? ¿Que es lo que hace que tengamos que estar así?,... y todo esto visto desde la perspectiva de un niño,... ¿es fácil de entender?

Las noticias sobre el corona-virus o COVID-19, están al alcance de todos y más o menos cada uno nos hemos hecho una idea de la magnitud de la situación, aunque más de uno, no se si por desconfianza, rebeldía, aburrimiento o que otras causas se niegan a aceptar,... pero no cabe duda de que tenemos que tenerlo presente y saber asumir nuestra parte en este gran reto que se nos ha planteado.

Para los más pequeños he encontrado este cuento que me parece de lo más acertado para explicarlo a los más pequeños, aunque a estas alturas supongo que hasta ellos ya pueden explicarlo por si mismos debido a la gran cantidad de información que nos llega continuamente.

De este modo y asumiendo la "batalla" que nos ha tocado vivir, os propongo también a todos a miraros hacia adentro (introspectiva), y aprovechar este momento para reinventar y sacar partido a la convivencia y a aprender y trabajar sobre algunas cosas que sino llega a ser tan forzosamente tal vez nunca hubiéramos tenido tiempo (como yo ahora para poder hacer este blog). 

Todos en este caso estamos aprendiendo no solo compartir la vida, (incluso a conocernos a nosotros mismos) que ya es un reto en sí misma, sino de vivir encerrados en espacios acotados y a menudo muy reducidos, durante un tiempo que no sabemos cuánto durará. 

No es lo mismo si hay pequeños o adolescentes, o personas mayores, o hermanos o si tenemos o no tenemos, y tampoco es lo mismo si alguno debe ir al trabajo,... tampoco es lo mismo vivirlo en compañía que en soledad, como les pasa a las personas mayores que viven solas y que ahora deben estar completamente aisladas. Mi madre, por ejemplo, a la que no queremos permitir que reciba a nadie en casa y ni mucho menos salga de ella (como si el "bicho" acechase en el portal...)

Sin intención por supuesto de querer aconsejar ni dar lecciones de vida a nadie, y con la única voluntad de hacer una pequeña aportación personal, trataré de daros algunas ideas o consejos para sobrellevar nuestra falta de rutinas y nuestro enclaustramiento obligado. Lo primero como todos sabéis es entender que esto no son vacaciones, sino una emergencia y que hay que vivirla como una excepcionalidad y como tal aprovechar para hacer cosas excepcionales. 

Tenemos ante nosotros una responsabilidad cívica y debemos autoimponernos respetarla con todas las consecuencias. Mantener unas franjas de trabajo o de estudio, de responsabilidades y otras de ejercicio físico, y os iré proponiendo, además de por supuesto el ocio personal, alguna actividad de familia que nos permita reír y quitar tensión. Mantener vuestros espacios privados y espacios compartidos, aunque sean espacios muy reducidos y replantear la relación entre nosotros, con la exigencia de acumular paciencia y buena intencionalidad. No sólo tenemos que convivir, sino que tenemos que aguantarnos, y la única manera es minimizando las pequeñas disputas cotidianas. Hace falta también imaginación, tolerancia y ganas de que salga bien. 

Seguro que sois capaces de lograr sacar de esta situación algo bueno para vosotros y para todos los que os rodean,.... y como seguro que sabéis ya todos; sois geniales, somos únicos y conseguiremos todo lo que nos propongamos. 

 POR QUÉ CUIDARNOS ENTRE TODOS...