El juego de la rana es un deporte tradicional de puntería o precisión practicado en diversos lugares de España, como Cantabria, Asturias, Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, e incluso en otros países como Perú, Argentina y Bolivia, donde recibe otros nombres, como el juego del sapo o el tiro al sapo.
El origen del actual juego de la rana se remonta al siglo XVIII en Francia, donde existió un juego denominado Tonnueau, el tonel, muy parecido la rana. La práctica de este deporte en España, especialmente en el Principado de Asturias donde es muy popular se remonta al siglo XIX.
El juego consiste en lanzar de unas piezas de metal con el objetivo de introducirlas en alguna de las nueve ranuras de una mesa, entre las cuales destacan la rana y el molinete que se caracterizan por su mayor dificultad y por tanto mayor puntuación.
La mesa donde se lanzan las piezas puede ser de metal o de madera. En la parte superior de la mesa se encuentran las ranuras que pasamos a describir a continuación:
La rana que da nombre al juego se encuentra en el centro de la mesa. Tiene la forma de una rana sentada con la boca abierta. Es el objetivo más valioso del juego y la ranura de mayor puntuación.
El molinete se sitúa delante de la rana y reproduce un molino de agua en miniatura. Entre la rana y el molinete encontramos un agujero en la mesa. Los dos puentes están a los lados de la rana y debajo de cada uno de ellos hay un agujero. Con respecto al resto de aberturas en la mesa hay dos detrás de cada uno de los puentes para completar los nueve agujeros de los que consta el juego.
Los petancos son los discos con los que se juega a la rana. Son fichas metálicas sólidas con forma de disco con 36 mm de diámetro, 7 mm de grosor y 60 gr de peso.
El desarrollo del juego es muy sencillo y puede realizarse de forma individual o por equipos, habitualmente formados por tres o cuatro jugadores cada uno. Cada jugador lanza diez fichas por turno que se suman para alcanzar la puntuación final. La distancia desde la que se lanza varía en función de las categorías y va desde los 2 m hasta los 3,5 m. La mesa de lanzamiento dispone de un cajón con compartimentos que evita que las fichas caigan al suelo y permite contabilizar los puntos con facilidad.
Si el jugador mete la ficha por la boca de la rana se anota 100 puntos y grita ¡Rana! Si la ficha entra en el molinete se apuntan 50 puntos, 25 puntos si se cuela debajo de los puentes y 5 puntos si se acierta en cualquiera de los demás agujeros.
Una vez que ha tirado un jugador sus 10 fichas, se cuenta el número de ellas que se han metido en las ranuras. Se suelen hacer 10 rondas de 10 lanzamientos por cada jugador. Gana el jugador o el equipo que al llegar al final de las rondas establecidas tenga más puntos.
En definitiva, la rana es un juego tradicional para todas las edades que permite jugar a los padres o abuelos con sus hijos o nietos y que forma parte de la tradición cultural de nuestro país desde el siglo XIX.
Nosotros intentaremos recrear este divertido juego con materiales reutilizados, para lo cual os doy algunas ideas...
Ánimo con el vuestro, seguro que sois capaces de crear algunos geniales!! y después es super divertido jugar con ellos!!
Los petancos de lanzamiento pueden ser de papel forrado con celo o de frutos secos (nueces, avellanas,...) o lo que se os ocurra!
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