LA HISTORIA
El atletismo
nos ha dejado momentos memorables a lo largo del último siglo. El salto de
longitud también. Quedará para siempre en nuestras retinas, la final del
Campeonato del Mundo de 1991 celebrado en el Estadio Nacional de Tokio. Dos
protagonistas, Mike Powell y Carl Lewis, ambos estadounidenses, luchan por la
medalla de oro como nunca se había visto en la longitud.
Es viernes, 30 de agosto de 1991. Son poco más de las
seis de la tarde y está a punto de comenzar una final de leyenda. Uno de los
grandes momentos de la historia del deporte en general y del atletismo y el
salto de longitud en particular. Lewis de 30 años es el gran favorito para
colgarse la medalla de oro. El atleta de Alabama llevaba diez años imbatido
hasta ese momento. Cinco días antes había batido el récord del mundo en la
final de los 100 metros lisos (9.86). Pero en la final de salto de longitud tenía
un rival que le iba a poner las cosas bastante difíciles para revalidar el
título mundial conquistado en Roma 1987, Mike Powell.
El mejor concurso de salto de longitud de la historia
comienza muy bien para Carl Lewis con un salto sensacional de 8.68 metros que
le sitúa muy cerca de la medalla de oro. Powell se acerca en el segundo intento
con 8.54, que le valen para asegurar la plata. Lewis no se conforma y llega
hasta los 8.83 metros en el tercer salto, pero con viento superior a los dos
metros por segundo. La marca no subiría al ránking pero si serviría para
afianzar el primer puesto en la final. El cuarto salto de Powell fue nulo y el
de Lewis fue el más largo de todos los tiempos hasta ese momento. Superaba en
un centímetro el récord mundial de Bob Beamon, pero el viento a favor superior
al legal hizo que se quedara con la miel en los labios. El duelo parece
claramente favorable a Carl Lewis que está haciendo un concurso colosal. El
mejor de su magnífica carrera deportiva. Merecedor del oro mundial.
El reloj marca las siete y seis minutos de la tarde.
Mike Powell se dispone a saltar por quinta vez. Su carrera hacia el foso de
longitud dura seis segundos, da veintiséis zancadas hasta que llega a la tabla
de batida. Powell vuela más que Bob Beamon en los Juegos de México 1968, más
que Carl Lewis aquella tarde memorable. El salto es válido, muy largo y con
viento a favor de 0,3 metros por segundo. Todo el mundo está pendiente de la
medición. Está a punto de producirse un hecho histórico. Habían pasado veintitrés
años y nadie había podido superar un récord que parecía imposible de batir.
Powell estalla de alegría y eleva los brazos al saber que ha saltado 8.95
metros, un récord de otro planeta. Carl Lewis no se lo cree. Después de haber
hecho un concurso inmejorable, Powell le quita la medalla de oro en el quinto
salto. Lewis tendrá otras dos oportunidades más. Dos grandes saltos, que no
superan la marca del nuevo recordman mundial de salto de longitud. Por cierto,
el bronce fue para el también estadounidense Larry Myricks con una marca
buenísima de 8.42 metros.
Powell ganó a Lewis por primera y única vez en un gran
campeonato. Lewis volvería a reinar en la longitud en los Juegos Olímpicos de
Barcelona 92 y en los de Atlanta 96. En total sumó cuatro oros olímpicos y dos
oros y una plata mundial en esta disciplina. Powell fue dos veces subcampeón
olímpico y otros dos campeones del mundo. El saltador de Philadelphia, fue
capaz de saltar hasta los 8.99 metros. Ocurrió en Sestriere (Italia) el 21 de
julio de 1992, superándose a sí mismo. Eso sí, con un viento ilegal y a favor
de 4,4 metros por segundo. ¿Superará alguien los 8,95 metros de Mike Powell?
FINAL DEL SALTO DE LONGITUD DE TOKIO
1991
MIKE POWELL CARL LEWIS
SALTO 2 ð
8,54 metros Viento: + 0,4 nulo Viento: -
SALTO 3 ð
8,29 metros Viento: + 0,9 8,83
metros Viento: + 2,3
SALTO 4 ð
nulo Viento: - 8,91
metros Viento: + 2,9
SALTO 5 ð 8,95 metros Viento: + 0,3 8,87 metros Viento: - 0,2
SALTO 6 ð
nulo Viento: - 8,84 metros
Viento: + 1,7
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